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Breve historia de San Petersburgo resumida
Con apenas 3 siglos de vida, he aquí la breve historia de San Petersburgo.
Fundación de San Petersburgo
San Petersburgo fue fundada en 1703 por Pedro el Grande. Los comienzos de la ciudad fueron humildes: sólo la Fortaleza de Pedro y Pablo, diseñada por el arquitecto suizo-italiano Domenico Trezzini, en la pantanosa tierra de la isla de Zayachy (Hare), cerca de la desembocadura del río Neva. El propio zar ayudó a construir la fortaleza.
Como cualquier libro de texto ruso quiere que sepas, Pedro el Grande quería «abrir una ventana a Europa«, lo que significaba no sólo un puerto y una marina en el Mar Báltico, sino también una ciudad que parecía europea y vivía de acuerdo con las normas europeas. El área alrededor de San Petersburgo era conocida anteriormente como Ingria (o Ingermanland) y estaba poblada en gran parte por finlandeses.
Nunca hubo un decreto oficial sobre el traslado de la capital a San Petersburgo, pero en 1713 la corte se estableció allí y Pedro mismo comenzó a pasar todo su tiempo en la nueva ciudad. La construcción de un nuevo capital resultó ser la más costosa de las muchas iniciativas de Pedro el Grande.
Entre 20.000 y 40.000 personas trabajaron en la construcción de la ciudad; muchas de ellas murieron allí. Pedro llamó a San Petersburgo «paraíso», pero para muchos se convirtió en un cementerio.
Varias personas se vieron obligadas a trasladarse a San Petersburgo y cada provincia rusa tuvo que suministrar a los futuros residentes de la nueva ciudad. En 1725 la población alcanzó los 40.000 habitantes, lo que convirtió a San Petersburgo en la segunda ciudad más grande del país.
A finales de la década de 1720, bajo Pedro II, nieto de Pedro el Grande, la corte regresó a Moscú. Pero el joven zar murió a la edad de 14. Cuando la nueva emperatriz Anna Ioannovna decidió volver a trasladar la capital a San Petersburgo, la calle principal, Nevsky Prospekt, ya estaba cubierta de hierba.
Durante el reinado de Catalina la Grande, quien famosamente dijo: «No me gusta nada Moscú, pero no tengo ningún prejuicio contra Petersburgo», la población de San Petersburgo creció a 160.000 habitantes. Se construyeron más palacios en la ciudad y sus alrededores, y la emperatriz inició una colección de arte, que más tarde se convertiría en el Museo del Ermitage.
Bajo Catalina la Grande, los terraplenes de San Petersburgo estaban revestidos de granito, aunque lamentablemente esto no evitó inundaciones regulares.
Siglo XIX
En 1824, San Petersburgo sufrió una enorme inundación (la mayor en la historia de la ciudad) que causó enormes daños y que fue representada en el conocido poema «El jinete de bronce», de Alexander Pushkin.
San Petersburgo vio su parte justa de revoluciones, comenzando con la fallida revuelta decembrista de 1825 y terminando con las revoluciones de febrero y octubre de 1917, la primera de las cuales derrocó a la monarquía, mientras que la segunda entregó el poder a los bolcheviques.
Siglo XX
San Petersburgo disfrutó de la condición de capital durante poco más de 200 años. En 1918, Vladimir Lenin trasladó la capital a Moscú. Después de su muerte en 1924, la ciudad pasó a llamarse Leningrado.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Leningrado resistió un bloqueo nazi de 900 días, que diezmó la población de la ciudad y dañó en gran medida los edificios y la infraestructura. Leningrado consiguió recuperarse y reconstruirse con bastante rapidez y se convirtió en la capital extraoficialmente conocida como «la capital del norte» o «la capital cultural» de la URSS.
Después del colapso de la Unión Soviética, fue rebautizada una vez más como San Petersburgo. El actual presidente ruso Vladimir Putin es de San Petersburgo y presta especial atención a su ciudad natal.
San Petersburgo en la actualidad
La ciudad fue completamente renovada con motivo de su 300 aniversario en 2003 y sus numerosas mansiones y palacios están siendo constantemente restaurados. San Petersburgo hoy en día abarca 44 islas y está conectada por más de 300 puentes. Con una población de más de 5 millones de habitantes, sigue siendo la segunda ciudad más grande de Rusia.
Incluso si su equipo no juega en San Petersburgo, considere la posibilidad de incluir en su itinerario un viaje a la ciudad. Caminar por los hermosos terraplenes de la ciudad en las cálidas noches de verano es una experiencia realmente inolvidable.
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